Condón, un amigo con Historia

El preservativo es uno de esos inventos que parece totalmente innovador, de creación muy moderna y, desde luego, fundamental e indispensable hoy en día. El condón es el método anticonceptivo más utilizado, pero ¿cómo ha llegado hasta nosotros este curioso artilugio?

Los primeros rastros que dejó el preservativo en la historia se remontan a la civilización egipcia, por el año 1000 a.C, dato que corroboran las representaciones pictóricas, interpretadas por los historiadores. Otros legados artísticos revelan que el condón habría llegado a Europa alrededor del año 100 a.C.

Las pruebas en documentos escritos ya tenemos que situarnos en el año 1500, de la mano del italiano Fallopius (por quien se llamó así a las Trompas de Falopio). Se refería a una envoltura de lino con la que protegía a los hombres de contraer enfermedades de transmisión sexual.

Los primeros preservativos que han llegado a encontrarse, sin embargo, estaban hechos de intestinos de animales y se sitúan en la Inglaterra de finales del S. XVII. Para entonces, ya los hombres han llegado a establecer el remedio que suponen como método anticonceptivo y de prevención sanitaria.

Por esa misma época, los japoneses utilizaban preservativos de dos tipos: uno flexible hecho de cuero fino y otro más rígido hecho con caparazón de tortuga o marfil.

Para llegar a los preservativos hechos de goma se tuvo que esperar hasta 1844, de la mano de Charles Goodyear. Sí, el mismo fabricante pionero de los neumáticos actuales.

La ciencia fue avanzando y por 1930 se sustituye el caucho por el látex líquido, material base de los condones de hoy.

La polémica siempre ha ido de la mano del condón. En Estados Unidos se prohibió el uso de preservativos a principios del siglo XX, por eso durante la 1ª Guerra Mundial los soldados americanos son los que contraen más enfermedades venéreas en el frente. En el anecdotario de la historia se cuenta que el asistente del secretario de Marina distribuía condones entre las tropas a espaldas de éste, quien, como los políticos de la época, no permitía el uso del condón. Este asistente que repartía condones clandestinamente era nada menos que Franklin Delano Roosevelt.

También estuvo prohibido el preservativo en la Alemania nazi entre personas de raza aria, para propagar la genética autóctona, pero finalmente los alemanes terminaron permitiéndolo durante la II Guerra Mundial.

Dos décadas después, a mediados de los 60, sobrevendría la liberación sexual, promovida por el movimiento hippie sobre todo, y el preservativo empezó a ser de uso común. Se crearon otros métodos antonceptivos, asumidos por la mujer como la píldora, el diafragma o el preservativo femenino. Pero la verdad es que ninguno de estos métodos ha logrado ser tan fiable como el preservativo masculino.